Japón es un gran productor de té verde. Tradicionalmente es el que se ha utilizado en la ceremonia del té (matcha), como alimento en sí mismo (genmaicha), para tomar a todas horas (bancha)… De hecho, todo el té comercial que se produce hoy día en Japón es verde, por lo que no encontrarás té oolong o negro procedente de este país.
Su producción está altamente mecanizada, por dos motivos evidentes: la mano de obra en Japón es cara y este país es un gran productor de tecnología. Aunque pueden encontrarse tés hechos a mano, sólo los de más alta calidad gozan de este privilegio, y su precio es por tanto alto.
En Japón, los tés verdes se cultivan principalmente en la región de Uji, en la parte central de la isla de Honshu, cerca de la antigua capital Kioto. Aparte de Uji, las zonas donde más té se produce son Shizuoka, Shiga, Gifu y Saitama, también en Honshu, y la isla de Kyushu.
Eso no significa que cada lugar de procedencia sea una especie de denominación de origen para el té, como ocurre muchas veces en los tés chinos. En Japón se hacen mezclas de tés de diferentes orígenes y se procesan al modo adecuado para su variedad, usando la hoja que corresponda para cada una: más o menos tierna, más o menos protegida del sol.
El color de los tés japoneses suele ser de un verde intenso con un sabor dulce, lo que se consigue vaporizando el té en el momento de parar la oxidación, en lugar de tostándolo como se suele hacer en China. La infusión resultante no es transparente debido a las partículas sólidas que acompañan a la hoja y que quedan en suspensión.
Los principales tés que se dan en Japón son:
- Bancha
- Sencha
- Kabusencha o Kabuse Sencha
- Matcha
- Gyokuro
- Hojicha
- Genmaicha
- Aracha
- Kamairicha
- Mecha
- Shincha
- Tamaryokucha
- Kukicha
- Konacha