Fotografía de Rama
El té Gyokuro es el té verde de mayor calidad entre los tés de hoja entera japoneses.
La palabra gyokuro se traduce como «rocío de jade», en referencia al color que adquieren las hojas con el proceso especial al que se las somete.
Se diferencia del sencha en que la planta se cubre durante las tres semanas previas a la recolección, para protegerla del sol y así evitar la acumulación de clorofila en las hojas.
Al disminuir la luz solar que le llega, e intentando captar al máximo esta luz para la fotosíntesis, la planta envía a las hojas más clorofila y crea más cafeína. También la cubierta evita que la luz convierta la teanina, que aumenta el sabor (ese toque de umami) y la dulzura, en catequinas, que son las sustancias que producen el amargor. Más teanina y menos catequinas dan como resultado un té menos amargo, dulce, con sabor floral y más beneficios para la mente.
El té cosechado se somete inmediatamente a vapor para evitar la oxidación y conservar el sabor y el aroma. Una vez enfriadas, las hojas se enrollan varias veces para suavizarlas, ayudar a que se sequen y darles su característica forma de aguja. Luego se dejan secar y se seleccionan; son las de mejor calidad las que se venden como gyokuro y el resto se dedican a sencha. Un toque final de calor hace bajar aún más la humedad para que se conserven más tiempo y aumente su característico sabor, y luego se dejan envejecer unos meses antes del empaquetado y venta.
Características y origen
En la terminología del té se le considera muy dulce. Es muy, muy fragante y esta fragancia se añade a la abrumadora calidad global de este magnífico té verde japonés.
Quizás el más famoso té gyokuro es el Asahina, producido en Okabe; es tal vez el más fragante de todos. También hay quien dice que el de mejor calidad es el de Yame. Ningún gyokuro que tengas ocasión de degustar, si está bien preparado, te dejará indiferente.
Todas las zonas de cultivo del gyokuro están a baja altitud, en climas brumosos y lluviosos. Esta humedad ambiente, junto a la cobertura que le evita alrededor del 90 % de la luz solar, da como resultado un producto realmente especial.
Preparación del té gyokuro
Para prepararlo, utiliza entre dos y tres cucharaditas colmadas de té para dos tazas pequeñas de infusión, y agua entre 50 y 60 °C durante minuto y medio para la primera infusión. La segunda infusión de las mismas hojas puedes hacerla sólo durante un minuto, puesto que la hoja ya ha ganado humedad.
Puede consumirse acompañado únicamente de la mejor cocina japonesa, pero con más frecuencia se toma solo.
Aconsejamos prepararlo y tomarlo con una persona querida o con un amigo especial. Por supuesto, si se quiere impresionar a un cliente o al jefe, o a cualquier otra persona importante, ésta es la mejor elección.
Encuentra la ficha técnica sobre este té, que incluye cantidades, tiempos y temperaturas de infusión según los métodos occidental y oriental, cualidades visuales y organolépticas, y posibilidades de combinación con otros ingredientes, en «IniciaTé: Todo lo que necesitas saber para iniciarte en el fascinante mundo del té», de Natalio Cardoso.
