
Fotografía de Lateasquirrel.
De entre las distintas variedades de té, quizás la más delicada sea el té blanco. Éste se produce a escala muy limitada en China (originalmente en la provincia de Fujian) y en Sri Lanka (Ceilán).
Sólo se recolectan hojas muy jóvenes todavía con vello en forma de yema, sin que se hayan llegado casi a abrir; es la forma de lograr un té blanco de buena calidad.
Las yemas nuevas se recolectan antes de que se abran, se dejan marchitar para que se evapore la humedad natural y, a continuación, se desecan. No pasa por las fases de tostado, enrollado o agitado.
Las yemas rizadas presentan un aspecto plateado y de ellas se obtiene una infusión de color pajizo muy pálido.