El Maestro del Té Sen no Rikyū dijo que el té consistía simplemente en hervir agua, hacer té y beberlo. Es decir, algo sencillo.
También estableció los cuatro estándares del chado o chanoyu, “el camino del té”: WA, KEI, SEI, JAKU (armonía, respeto, pureza y tranquilidad). Al imbuir la ceremonia del té de estos cuatro parámetros, hervir agua, hacer té y beberlo ya no parece tan sencillo.
De esta forma el arte de tomar el té ha sido ritualizado en Japón y en todo el mundo. Las ceremonias del té varían en duración de una a cuatro horas. Se desarrollaron protocolos y se adaptaron a medida que el chado ganaba en significado y finalidad.
El siguiente texto de Kimika Soko Takechi y Larry Sokyo Tiscornia describe perfectamente los conceptos WA KEI SEI JAKU:
“WA (armonía) es el ideal último del ser humano. Es la interacción positiva entre el anfitrión y el invitado en una reunión para tomar el té o entre personas en cualquier situación de la vida. El té es lo que se comparte entre anfitrión e invitado, y no es una búsqueda solitaria. La armonía se extiende a la naturaleza así como a las cosas tangibles tales como utensilios para el té, elementos cotidianos y la propia vida. La verdadera armonía trae la paz.”
“KEI (respeto) es la capacidad de comprender y aceptar a los demás, incluso a aquéllos con los que podemos estar en desacuerdo. Cuando somos amables con los demás y somos capaces ser humildes, podemos recibir respeto. En el té el anfitrión piensa en el invitado y el invitado en el anfitrión. Es esta continua participación y consideración lo que hace de la reunión de té tanto memorable como exitosa. Idealmente, todos tienen el mismo rango en la sala de té. Es importante tratar todo y a todos con el mismo respeto. Trate los elementos de diferentes orígenes de la misma manera. El precio de un objeto no debe dictar cómo va a ser tratado. Ofrezca un corazón puro y así podrá alcanzar el verdadero respeto.”
“SEI (pureza) es la capacidad de tratarse a sí mismo y a los demás con un corazón puro y abierto. Ésta es realmente la esencia del entrenamiento en la ceremonia del té. Esta pureza no se refiere sólo a una absoluta limpieza sino a un corazón puro. Con un corazón puro, pueden alcanzarse armonía y respeto. Cuando el jardín de té se limpia, también se purifican el propio corazón y alma. Cuando uno lleva ropas limpias, también se da esta pureza. Un corazón puro no es ostentoso sino natural. El ideal de pureza de Sen no Rikyu era el aspecto natural del jardín después de que hubiera sido limpiado y unas cuantas hojas de un árbol cayeran sobre el musgo recién lustrado.”
“JAKU (tranquilidad) es el punto en el propio entrenamiento y práctica en el que se alcanza cierto nivel de desprendimiento. Mientras que por un lado es el objetivo último, por el otro es un nuevo principio. Un verdadero maestro alcanza este nivel más alto y después, poniendo en práctica los ideales de armonía, respeto y pureza, comienza de nuevo con un corazón fresco e iluminado. En este punto pueden hacerse realidad las ilimitadas posibilidades de la vida.”
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Hola Sandro, muchas gracias por la información. La dirección que ha puesto en su comentario da error, pero si nos envía una dirección actualizada, podremos publicarla. Feliz taza de té.
Solo leer, imaginar el estado de satisfacción personal, nos hace sentir calma, nos preguntamos: ¿qué religiones y sus ritos de estos tiempos alcanzan una valoración espiritual en sus fieles de estas calidades?.
Gracias por su comentario, Jacob. La calma además es muy necesaria en estos tiempos que corren. ¡Feliz taza de té!